Tratamiento eficaz para el Pterigión: Cuidado ocular avanzado
El pterigión es un crecimiento anormal de tejido sobre la conjuntiva del ojo que puede afectar la visión. En nuestra clínica, ofrecemos tratamientos efectivos para eliminar este tejido y proteger la salud ocular.
Síntomas comunes del Pterigión o Carnocidad
- Enrojecimiento o inflamación del ojo
- Sensación de cuerpo extraño
- Visión borrosa en etapas avanzadas
- Ojos secos o irritados
¿Qué es el Pterigión?
El pterigión, también conocido como “carnosidad en el ojo”, es un crecimiento benigno de tejido en la conjuntiva que puede extenderse sobre la córnea. Aunque no es canceroso, puede causar irritación, enrojecimiento, y en casos más graves, afectar la visión.
El pterigión es más común en personas expuestas frecuentemente a la luz solar o el viento, y aquellos que viven en climas secos o polvorientos.
Tratamiento del Pterigión:
1. Gotas lubricantes: Ayudan a aliviar el ojo seco y reducir la irritación.
2. Corticosteroides: En casos de inflamación severa, se pueden usar gotas de corticosteroides para reducir la hinchazón.
3. Cirugía: Cuando el pterigión interfiere con la visión o causa molestias constantes, se puede optar por la extracción quirúrgica.
4. Protección ocular: Usar gafas de sol y mantener el ojo lubricado son claves para prevenir el pterigión o evitar su recurrencia tras la cirugía.
¿Quién debe someterse a una revisión por Pterigión?
Cualquier persona que experimente enrojecimiento ocular persistente, irritación o una sensación de cuerpo extraño debe acudir a una revisión oftalmológica. Las personas expuestas a condiciones ambientales extremas como luz solar intensa, polvo o viento, y quienes viven en climas secos, están más predispuestas a desarrollar pterigión y deben realizarse exámenes periódicos para detectar cambios tempranos en la conjuntiva o córnea.
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Preguntas Frecuentes
Resuelve tus dudas con esta guía de las preguntas más frecuentes que tienen los pacientes
Sí, el pterigión puede volver a aparecer, pero el riesgo es reducido con una cirugía bien realizada y el uso de protección ocular adecuada.
No siempre. En casos leves, los síntomas se pueden controlar con gotas y protección. La cirugía solo es necesaria si afecta la visión o causa molestias constantes.
La cirugía es rápida y generalmente indolora. Se utiliza anestesia local y los pacientes suelen experimentar solo una leve molestia durante el proceso de recuperación.