El glaucoma es una enfermedad ocular crónica que daña el nervio óptico, generalmente debido a un aumento en la presión intraocular. Este daño puede provocar la pérdida gradual de la visión, y si no se trata a tiempo, puede resultar en ceguera permanente. El glaucoma es una de las principales causas de ceguera en el mundo, pero con un diagnóstico temprano y tratamiento adecuado, su progresión puede ser controlada.

Tipos de Glaucoma:

1. Glaucoma de ángulo abierto: Es el tipo más común. La presión intraocular aumenta lentamente, afectando el campo visual periférico antes de comprometer la visión central.
2. Glaucoma de ángulo cerrado: Es menos común, pero más peligroso. Ocurre cuando el drenaje del humor acuoso es bloqueado repentinamente, causando un aumento brusco en la presión ocular. Esto puede requerir tratamiento de emergencia.
3. Glaucoma congénito: Se presenta desde el nacimiento debido a defectos en el sistema de drenaje del ojo.
4. Glaucoma secundario: Puede ser consecuencia de una lesión, inflamación o el uso de ciertos medicamentos.

Diagnóstico del glaucoma

El diagnóstico se realiza mediante una combinación de pruebas, que incluyen la medición de la presión intraocular, el examen del nervio óptico, y pruebas del campo visual para determinar el daño en la visión periférica. Otras pruebas como la tomografía de coherencia óptica (OCT) también se utilizan para evaluar el estado del nervio óptico y la retina.

Tratamiento del glaucoma

El tratamiento del glaucoma tiene como objetivo reducir la presión intraocular para prevenir un mayor daño al nervio óptico. Dependiendo de la severidad y el tipo de glaucoma, se pueden utilizar diferentes enfoques:

1. Tratamiento con colirios: Los medicamentos en forma de gotas oculares ayudan a reducir la presión ocular, ya sea disminuyendo la producción de humor acuoso o mejorando su drenaje. Es el tratamiento inicial más común.

2. Terapias con láser:

•Trabeculoplastia con láser: Ayuda a mejorar el drenaje del humor acuoso en pacientes con glaucoma de ángulo abierto.

•Iridotomía con láser: Se utiliza para crear una pequeña apertura en el iris, permitiendo que el humor acuoso fluya y aliviando la presión en casos de glaucoma de ángulo cerrado.

3. Cirugía:

•Cirugía filtrante (trabeculectomía): Se crea una nueva vía para que el humor acuoso drene del ojo y así reducir la presión.

•Implante de drenaje: Se inserta un pequeño dispositivo para ayudar a drenar el exceso de líquido del ojo.

¿Quién debe someterse a un control regular del glaucoma?

Cualquier persona mayor de 40 años, especialmente aquellas con antecedentes familiares de glaucoma, deben someterse a exámenes oftalmológicos regulares para detectar la enfermedad a tiempo. Los exámenes también son recomendados para personas con problemas de presión alta o enfermedades como la diabetes.